Solsticio de Invierno

La noche pasada fue la más larga del año. A partir de ahora el día alargará un par de minutos cada día hasta el 22 de junio. Hace cerca de unos 1800 años nuestros antepasados celebraban por estas fechas la Saturnalia y el Sol Invicto. Al acercarse el solsticio de invierno se celebraba el nacimiento del Sol adornando las ciudades con luces. Era una semana de banquetes, celebraciones y en la que se intercambiaban regalos. La gente vestía más informal y se simulaba que se intercambiaban los papeles entre amos y esclavos. En realidad los amos se dignaban en sentarse a comer a la misma mesa con los esclavos (¿no os suena extrañamente parecido a las comidas de empresa?).

Luego el Cristianismo recicló la fiesta celebrando el nacimiento de Cristo, aunque en el Nuevo Testamento queda claro que Jesús nació en verano. Con los siglos se fueron añadiendo tradiciones como comer dulces de miel y almendra, de cuando España era musulmana o mantecados y polvorones con grasa de cerdo de origen medieval. Por la gran influencia anglosajona en nuestra cultura iniciada después de la Segunda Guerra Mundial se incorporaron el culto celta a los árboles (de ahí los árboles de Navidad) y también la mercantilización de las Navidades y Papa Noel.
Este año hemos celebrado el Nacimiento del Sol en nuestra casa con una cena especial y hemos intercambiado regalos hechos por nosotros mismos (los más importantes) y otros comprados. Pensamos hacerlo todos los años, pasar de la Nochebuena y que la fiesta tenga un poco más de sentido para nosotros. Hoy parecía que el sol brillaba con más fuerza y que lo hacía para Chiquidaiko.